Dicen que soy impertinente

23 de junio de 2007

EL FARY, SU ABUELO Y SABINA

Estoy muy apenado porque se ha muerto El Fary. Un tipo singular, especial, peculiar, como queráis pero ante todo un ser humano. He llorado por él y sus circunstancias vitales. Y ahí ando. Como quiera que en su día escribí un texto dedicado a su figura, me apetece compartirlo con vosotros, y que sirva como homenaje perpetuo a este cantante que comenzó su carrera artística imitando a su ídolo Rafael Rarina y acabó siendo él mismo su propio icono.


EL FARY, SU ABUELO Y SABINA


Ese torito,El torito guapo,
Lleva botines y no va descalzo


José Luis Cantero, alias EL FARY

No me acuerdo bien pero hace ya unos años que conocí a El Fary. ¡ Qué tío ¡ El encuentro ocurrió tomándonos unos cubatas en el bar de Dionisio, en calle de la Guayaba, entre Ciruela y Zarzuela, allá en Carabanchel, y no apatrullando la ciudad, que conste en acta. Recuerdo que no hacía otra cosa que cantar eso de “..Carabiubí carabiubá, no sé qué tienes que cada día me gustas más.”. ¡ Chim pom ¡. Fue algo que se me quedó grabado hasta los tuétanos, sí. A partir de entonces, no había un disco, una actuación ni una ocasión que no se me brindara para ver a El Fary. Fijaos como llegó a ser mi obsesión que me enteré que había, y hay, un club de fans, y que me inscribí en él, ¡ jobar ¡. Con el paso del tiempo, y las nuevas tecnologías, mis amiguetes de club, sobre todo un genio que hay en él que no quiere que dé a conocer su nombre, le llamaremos creó una página web, www.clubdefansdelfary.com, que es la monda lironda y tal. Consultadla y ya veréis. Es única. Es lo más fino que podáis ver en el universo de internet, sí, de verdad. Si queréis conocer cosas del artista más genial que ha dado la agrupación de taxis de Madriz, entrad en la susodicha. Seguro que la incluís entre vuestras favoritas, como yo he hecho, claro está.
Y os digo más, veréis. Además de la sensibilidad y la hombría de bien que tiene El Fary, ostenta un nombre tan bonito: José Luis. Un nombre que a mí me flipa mucho. No sé por qué pero todos los que se llaman José Luis me llaman mucho la atención. Hasta incluso puedo llegar a obsesionarme, como me ha pasado con el Fary., os lo juro, de verdad. Y es que no lo puedo remediar.¿ Por qué será?. Para más inri, es originario de Las Ventas, el barrio más torero de Madrid, el que huele a azahares sevillanos y a nenúfares jiennenses, el que rezuma esencias burlescas y latidos pomperos. Anda que no conozco yo a gente de Las Ventas. Y a toreros, alguaciles, serenos y castañeras. ¡Joder que sí!.Ya sabéis eso de “ Las Ventas, Las Ventas, donde canta Sabina y el torero se acrecienta ” y tal y tal, ¿ no?.
O sea, que ahí tenéis a mi José Luís, El Fary, y de Las Ventas ¿ quién da más?. Y si tenemos que le encanta apatrullar la ciudad como a mí, y que su canción favorita es el torito guapo, como yo, y que entona y repite, y repite y repite, uno y otro y más bises el “ carabiubí, carabiubá, no sé que tienes que cada día me gustas más” , y que se aturulla con D. Antonio Molina, que llora como plañidera al son de Don Pepe Blanco, que se arrincona con D. Manolo Escobar y que lía como en una tangana escuchando las miserias que se entona Doña Marifé de Triana...Anda que no vale el Cantero, o sea..
Un niño mu vivo que fue el mi Fary, el quinto de seis hermanos, ese infante de la guerra que claro que pasó hambre, que aprendió a leer él solito, observando los anuncios de los autobuses y las carteleras gigantonas de los cines y a cantar imitando a su ídolo, el Farina, Don Rafael, “ Salamanca campeeraaa, tierra tierrita fieraaaa....”
Y no digamos la que se tenía con su abuelo, un tipo bien singular que le crió a base de paciencia franciscana y aguante benedictino..
--“ Iba yo de paseito en un caballito azul. Al paso, al trote, al galope, al galope, al galope...". Eso era lo que el abuelo le cantaba a El Fary, cuando era pequeñito , mientras el niño le salía huraño y respondón.
--¡ Qué se le va a hacer, que el nene sea así¡, se decía para sí mismo el abuelete. Y El Fary le decía " Elo, aca", lo cual se podría interpretar como " abuelo, caca" pero no, lo que quería decirle El Fary era
" Abuelo, jaca", y el hombrón, que era un santo porque para aguantar a ese muchacho tan huraño y pesadito había que tener aureola y más, que os lo digo yo, anda que te anda, cogía a José Luís, le ponía en una de sus piernas colgando, unas veces en Manolo, que así llamaba el abuelo a su pierna derecha, y otras veces en Ramón, que así nombraba a la izquierda, y dale que te dale con la cancioncilla " “Iba yo de paseíto en un caballito azul, al paso, al trote, al galope al galope al galope", y así una y otra vez, una y otra vez. El abuelo de El Fary ante la contumacia del nene, juró que algún día se vengaría de él, por los clavos de Cristo y tal.
El pobre hombre, esto es, el abuelo, tan cansado de entretener a José Luis, de darle consejas para que cogiera buen rumbo en la vida y no se dejara amilanar por ningún animal que le saliera al paso, pero vamos ni caballos, ni asnos, ni gatos ni perros ni ná, el pobre abuelete, fijaos bien, la palmó. Y al paso de los años, cómo no se iba a acordar El Fary de su abuelo, de la coña que le había dado y de las cosas que le obligaba a hacer, jaca parriba, jaca pabajo... Se hizo escribidor y cantante y ya sabéis lo que comenzó a componer y a cantar, esas cosas como El bichito del amor, el pasodoble a Antoñete o el torito guapo, que apiadado de él, y fan de las figuras venteras, le puso botines para que no anduviera descalzo ¡ ea !
Cuando me contaron las andanzas de El Fary, sus vicisitudes y retruécanos vitales, no me pude quedar tan tranquilo y prometí conocerle. Sí, amiguetes, sí. Y así fue si así os parece, a base de cubatas en el bar de nuestro común amigo Dionisio, que flipaba en brillante arco iris de colores varios cada vez que aparecía el rey del cante, el taxista de pro, el ventero por antonomasia, el ínclito hombre de los mil matices y los cien mil registros, el abanderado de las causas perdidas hechas canción española, el genuino representante de la condición humana a ras de suelo, el maravilloso ser que aúna estilo, buena planta y mejor sonrisa, el afable paseante en corte de los madriles siempre anhelados, el furibundo defensor de las humildes maneras del pueblo, ahí es ná mi Fary, . ¡ Cómo coño no me iba a hacer fan de él ¡. Y así, hasta ahora.
La verdad es que no me arrepiento porque D. José Luis Cantero me ha ayudado enormemente en mi vida y en mis sueños. Vamos, yo es que no sé qué haría ya sin él, siendo como es un tipo extraordinario, genial, fantástico, un infausto personaje para su abuelo, un santo bebé para su madre y un extraordinario taxista madrileño que escribe y compone como nadie hay en el mundo, que maneja el idioma patrio y la melodía sin ambages ni historias y el tono, semitono, fusa y semifusa, la copla y el bolero, las maneras y los escenarios, los platós y el diccionario como un maestro que es..¡ Ahí quea mi Fary ¡ ¡ Ole, ole y más ole!.
¡ Vivan los taxistas! ¡ Viva la canción española! ¡Ad eternum para El Fary!.
P.D.- Escrito en el hotel, dulce hotel, Pirámides, después de un concierto de El Fary en Cleofás, otrora estentóreo habitáculo de un sin fin de juergas... ¡ Os lo juro por José Luis ¡


¡ Qué malaje eres Sabina, por haberme obligao a hilar esta birria tan fina ¡.
Nota.- la foto que aparece en este post es la carátula dle primer disco que grabó El Fary, hecho acaecido en 1975.

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